fui para azucena, en febrero
Veintiocho días tiene febrero y durante todos y cada uno de ellos te amé en exclusiva a ti, pedacito de bombón. Incluso cuando hacíamos el amor, cerraba los ojos y pensaba en ti; !imagínate¡ Eso, te lo juro por dios, que nunca me había pasado. Pero luego vino marzo, el calor, y también Denisse; y, justo en la mitad del mes, me di cuenta que no te amaba; y que sólo había sentido por ti, un grandísimo deseo. Tan grande, que si no me permitía tenerte para mí solita, me iba a arrepentir. Es más, en este instante estoy desnuda en la misma cama sobre la que tantas veces te quedaste dormido, cansado de tanto besarme; pero estoy con Denisse, grandísimo necio que no deja de juguetear con mis pezones, así que cuelga ya de una vez, Julio, por el amor de dios y no vuelvas a llamarme.
Coloqué el auricular en su sitio. Era tarde; no había visto la hora. Empecé a caminar. No iba a llamarla otra vez, eso era seguro. No sólo por orgullo; también porque andaba escaso de monedas. Y tenía que comprar güisqui, mucho.
Comentarios
Soy peruana y tambien escribo prosa y poesía. Te invito a visitar mi blog, asi me das tu opinión y/o crítica (siempre constructiva claro esta!)
www.eltoqueperuano.blogspot.com
T acompaño con el guisqi!
;-)
Gracias por los halagos, anónimo amigo, espero comportarme a la altura de la circunstancias.
Bueno, no repondas si no quieres, supongo que "personajes"y que además no debería de importarme un huevo.
hum!