Tomates en la Chácara, 10pm
Todos se esconden en el barrio de los asesinos a sueldo. Atravesando el silencio del pánico nocturno, un auto avanza por las calles desiertas ofreciendo tomates a cinco la bolsa. El mismo precio por la cebolla. Es un pick up viejo con la lámina amarilla comida por el óxido. En el techo lleva un megáfono que amplifica la voz de la vieja. Conduce lento como un gusano. Tiene voz de animal resbaloso, como de atún o de serpiente.
Trato de escribir algo decente en la orilla de mi cama, o quizá sobre la alfombra. Pienso que debería llover en todos los entierros; que sólo votaría por un niño para presidente.
Pienso en días que se fueron. Mi pasado es un tobogán en la orilla de una alberca vacía, un camino que conduce a ninguna parte y sin embargo conduce, como la vieja que ofrece tomates pero no vende.
Comentarios
Cariños :)
saludos
Maestro Prado...eso fue una pintura, no se, es como no leer es como ver la escena. Va! que se yo, algun critico literario sabria como explicar tus post, pero yo digo que este post es una pintura!
Un abrazo, gracias por tus escritos mi querido Dr. Prado.
(desde el caribito)
Felicidades
recibe un abrazo, uno que te abarque
criss