Viena Capítulo II: Cuando llueve en Austria.
la silla rota todavía está en el comedor
esperando que vengas a probar el desayuno
yo desmenuzo el universo
luz por luz
pero la ceremonia nocturna
de los disparos y las sirenas
me obliga a pensar en sábanas blancas
con manchas de color marrón
como bandadas de gorriones
de trece canales en la tele
ocho son de porno cuando oscurece en Viena
me siento tan solo en esa cama
mirando los dos sillones rojos
y los trenes marcharse sin nosotros
el Danubio es azul
sólo a las dos con quince de la mañana
no debe haber mucha luna
el U-Bahn debe pasar sobre el puente
es necesario oír a los barcos chocar contra el muelle
para bailar un vals sin sentirme cojo
cuando vuelva a América serás una isla
yo seré el mar y nos llamaremos trópico
habrá calor
nuestros dedos olerán a hierbas
finalmente sabremos qué hacer con la alegría
tómalo como una promesa
es verano en Austria y llovizna
empapado
es cuando más te hecho de menos
Comentarios
Dr. Prado, como siempre mis respectos.
Cuando podas escribime, te tengo una charada que contarte.
Saludos.
Me encantaría ir a Salzburgo y conocer las calles por donde transitó don Wolfie, a ver si se me pega un 0.05% de su genialidad, que me anda haciendo falta, se te extraña manín, espero estar en lo de la feria del libro, está apuntado, ojalá el trabajo deje.
Abrazos
las fotos están supremas, como la pizza.