Rockstar: Jonathan Davis



la primera vez que un tipo

amenazó con matarme

me di cuenta

que le faltaba un diente

la saliva manándole

en espesas gotas

escapando por el vacío

al tiempo que gritaba:

¡te voy a matar

hijo de puta

te voy a matar

pedazo de mierda!


alguien dijo

que se oía igual

que una vieja loca

echando a un marido borracho

esperé al menos sentirme asustado

o que un frío me invadiera

congelándome la vida

pero hacía calor esa noche

yo sudaba

al tiempo que las palomillas

violaban los focos

de la cárcel donde estábamos


el tipo no sabía

que jugué sobre las tumbas

que mi vida está adornada

con coronas floridas


suicidio es una palabra hermosa

repetida como letanía

las innumerables noches

en las que esperas en vano

que el dolor desaparezca


él hombre me miraba con rabia

esperando que yo me quebrara

pero no pude complacerlo


tampoco él a mí:

sigo vivo

mientras escribo esto

Comentarios

A do outro lado da xanela ha dicho que…
Tantas veces no salen los tiros por la culata y quedamos a medias de una acción inconclusa...

ten cuidado, siempre se puede intentar retomar lo que no hemos acabado.

Beso!
Prado ha dicho que…
gracias Xanela. Saludos.
David Lepe ha dicho que…
Que buen texto vos.
No sé qué haría yo si alguien me amenazara así...
Criss ha dicho que…
Ya me habían contado que las palabras provocan, pinchan el alma…y es hasta ti que entendí lo que decían…

Va el abrazo.
Criss
Anónimo ha dicho que…
Escribir es nuestra mejor prueba de sobreviencia. Buen texto. Fuerte.
Unknown ha dicho que…
Pasé a leerte, siempre un gusto. Fuerte abrazo.
Iris ha dicho que…
qué remedio... los que quedamos somos unos supervivientes, Prado, y eso ya es una proeza.
Besos
David Samayoa ha dicho que…
haaaaa... da en que pensar... a veces el miedo y la rabia caminan por la misma cuerda...
Nancy ha dicho que…
Entiendo muy bien a tu protagonista... A mí me ha pasado parecido con la vida... y heme aquí, blogueando.
Apapachos... ¿cuándo un cafecito?
Lúzbel Guerrero ha dicho que…
¡PLÍÑ!, un 10 amigo JULIO
estupendas sus últimas entradas; la poesía es tremenda y sórdida, pero dan ganas de saber más del hombre que escribe.
Lo del olor al vapor de la plancha es un gusto a madre que ambos, el que escribe, y yo compartimos; a veces plancho cualquier trapo húmedo para invocar a mi madre, aunque jamás me plancharía ninguna de las prendas que uso, el calor de mi cuerpo lo hace, y cuando no, me da exactamente igual. Ya ve, estoy aprendiendo a ser un tipo duro de tanto disfrutar de sus textos
Fabrizio Rivera ha dicho que…
A mi si me dio miedo el sholco.

Me gusto el punto de no saber porque te amenazaba y tampoco saber como te libraste de la amenaza.

Saludos.
Prado ha dicho que…
Gracias David. Yo tampoco sabía, hasta que pasó.

Abrazo para ti, Cristina.

Estar vivo mientras escribo, es eso Vania. Besos por conocerme. De agradecido.

Saludos Güichita.

Siempre un gusto saber de usted, Luzbel. Gracias por gastar su tiempo leyéndome. Qué genial. Hsbía olvidado lo del PLIÑ. Un abrazo.

El sholco. Efectivamente si contara todo lo que pasó. Lo haría una novela. Eso es. Saludos Fabrizio.

Permiso, voy a desayunar.

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