Martes como Lunes
El despertador ha sonado no sé cuántas veces ya. A lo lejos escucho la radio. El vecino la enciende todas las mañanas en su patio y me hace escuchar las noticias o el programa de Lucy Bonilla, la dama del buen decir. Despierto con eso. Con el calor de las cobijas aún resguardándome. Con el cielo nublado, con un azul brillante amenazándolo.
Esta es otra semana. Es otro día más. Pero diferente, porque lo primero que hago es tomar la computadora y escribir. Debería hablar sobre las cosas que acabo de soñar. O de la marcha de la gente que veo por la ventana hacia los autobuses, caminando hacia sus trabajos después de un fin de semana largo.
Todo empieza a tener un ritmo mucho más lento en esta ciudad. El frío tiene la culpa. El viento. El hielo que no vemos.
A veces extraño ver el cono del volcán congelado. Me daba paz.
Esta es otra semana. Es otro día más. Pero diferente, porque lo primero que hago es tomar la computadora y escribir. Debería hablar sobre las cosas que acabo de soñar. O de la marcha de la gente que veo por la ventana hacia los autobuses, caminando hacia sus trabajos después de un fin de semana largo.
Todo empieza a tener un ritmo mucho más lento en esta ciudad. El frío tiene la culpa. El viento. El hielo que no vemos.
A veces extraño ver el cono del volcán congelado. Me daba paz.
Comentarios
saludos,
Escriba, yo le sigo leyendo, Cris.
Onetti agradecerá el gesto, Trudy. Él sabe de eso.
Leyla desde SM
Bye!
:)
Ahh como odio los programas mañaneros de Emisoras Unidas... a mi también me levantan con eso, mi cuarto está pegado al de mi vecina y también es obligación escucharlos.
Y el frio... hoy no me bañé.
Qué lindo es volver a leerte (aunque sea a destiempo)