El cielo, Elías, prendélo en llamas
El teléfono está sonando. Es la quinta vez que me llaman esta noche y también que no contesto. Llevo un par de días saliendo de casa exclusivamente por circunstancias inaplazables. Como el trabajo, por ejemplo. Si bien, la gripe ha terminado de afectarme, creo que empiezo a desarrollar otra enfermedad que me resulta familiar: la náusea. Y sí; se trata de la mismísima náusea sartreana: La contingencia como lo esencial, no máscara, quiero decir. Dos jugadas antes, Eva, poniéndome en jaque mate y yo flotando perdido en esta marejada que revienta en un filoso acantilado. Después de salir de la clínica de Umaña, empecé a sentirla. Una espiral que succiona; que acaba mi ánimo, revuelve el estómago, me convierte en un autómata. He asistido a la oficina como tal. El martes recién pasado le conté de la situación a Horacio y ha insistido en que no abandone la idea de Eva. Horacio quiere que me vengue de ella, que golpee a Umaña, que me emborrache y que de paso lo invite a las dos cervezas que le debo por haber arruinado su noche en el putero. Y no ha dejado de llamarme desde entonces. Estoy completamente seguro que es él quien está tras estas llamadas insistentes que no he querido contestar. Así que desconecto el teléfono. Y me siento a escuchar lo que la ausencia de ruido intencional te deja. Puedo distinguir el motor de la lavadora automática de mi vecina. Funciona una y otra vez, vueltas cíclicas. Es la una y media de la mañana. Quién lava ropa a esta hora? Y también oigo su voz. Tiene un timbre peculiar. Parece reír. Salgo a ver por la ventana y nadie pasa por esta calle. El cielo, como todos los de marzo está despejado. Dos estrellas apenas brillando dispersas. Y yo, escudriñando el horizonte, el terrible horizonte, el extenso y lácteo horizonte vacío de presencias extraordinarias. Surge dentro de mí un solo deseo: que de entre las delgadas capas de gas que cubren este catastrófico planeta, venga el mismísimo Elías en su carro de fuego y me invite a dar un paseo. Le enseñaría cosas, a Elías, seríamos amigos, él y sus caballos de fuego. A cambio del paseo, yo le enseñaría las mismísimas puertas del infierno dibujadas a lápiz en la ingle de una mujer: Eva, vamos, Elías, Frankfurt, vos conocés. Pero nada pasa por el cielo. Sólo dos estrellas agonizando entre lo lactoso. Y la única respuesta a mis plegarias es el infeliz y mecánico baile de una lavadora automática. Quién lava la ropa a las dos de la mañana? Mi vecina, que ríe y está acompañada. La veo desde otra ventana. Me escondo, no prendo luz. Está con un hombre. La besa, se besan, se ríen, sorben de dos copas gemelas el líquido que seguro más tarde les sabrá a líbido. Y terminarán luchando contra el deseo en la cama, seguramente, mi vecina y su amigo, mientras la lavadora termina de lavar la ropa. En tanto yo, me acuesto en esta cama que no es más un conjunto de resortes y seis patas, sino un continente. Un continente vacío es mi cama y defino de una vez por todas que es Asia. Sin gente, pero sí valles y montañas, algunas gélidas hasta el hartazgo. Islas sí, gente no. Asia vacía. Y este corazón que se pudre no es más un músculo, es un engranaje, un reloj, no sístole, no diástole, tic-tac, el viejo juego, sí del tic-tac. Me invade la náusea y siento la imperativa necesidad de asomarme otra vez a la ventana. La náusea, digo en voz alta mientras defenestro las dos terceras partes de mi cuerpo. Veo dos pisos abajo, mi jardín empezando a marchitarse gritándomelo con signos inequívocos: el pasto amarillento, las flores derritiéndose. No he regado esta semana. Nada ha pasado esta semana, ni siquiera una carroza encendida en llamas que me lleve a dar un paseo. Sólo la noticia de ropa limpia y dos voces que se ríen a carcajadas. Gemidos incluso. Creo, honestamente que he comenzado a perder la razón. A alucinar, también. Levanto la vista y a lo lejos sólo se distinguen, agonizantes, dos estrellas brillando apenas dispersas en el cielo. Y dentro, el absoluto vacío del lado izquierdo de mi cama.
Comentarios
Qué bueno,qué magnífico escritor eres. Qué mundo interior tù tienes tan interesante!! Porqué no vives aquí, coño!!
Una cosa: a penas o apenas? cuál de las dos es?
Mas créeme, analizando la Historia Mítica como se puede analizar a la Duras, se concluye que el tal Elías tiene demasiada paciencia y que ha venido más de un par de veces, para mí ya excesivo, y pasado el fulgor de los primeros instantes, los humanos toman su carreta por un circo y le piden más representaciones llegando a dudar de lo que otros han visto . Eso es lo que no puede ser. Ya no son niños. Si no saben arreglar sus problemas no los van a arreglar llamándole a Elías prestidigitador cirquense.
Elías sólo les habló como un ser humano, y por tanto superior, les podría haber hablado a un enjambre de avispas enjaulado . Fumigación es la solución, creo, de Elías. Su última palabra.
Un besote.
Ahora que recuerdo, habíamos dicho adios... ¿o no?
Especialmente al hablar de la nausea y al mostrarnos dos terceras partes de tu cuerpo fuera de la ventana. Las flores se derriten. Esa es una gran verdad, asi como lo hacemos nosotros.
Te ando leyendo.
Cinzia
Me late que vos sos de esos que no respetan, tomar la figura de Elías para irte de parranda o vengarte de Eva, que te parece mejor el Judas Iscariota, dicen que ese por 30 monedas, te dice la neta de la neta. Aunque ahora con la inflación puede que te pida más, quién sabe, quien sabrá.
Pero, a ver Mr. July, usted es un escritor así en todas las formas redondas de decirlo, yo que soy re-que-te-piki para leer, se lo digo de todo corazón.
¡Ya, basta de halagos!. Al grano.
Ese "adios" para Eva, le costó, digálo sinceramente. Mire que querer vengarse. O entendí mal?.
Abrazos.
quise decir "Iscariote".
Ahhh y al final el actuar en venganza no deja nada, realmente no deja nada incluso el cuestionarte y decirte como diablos fui tan pelotas que actue así por esta... Pero nah, si a veces es rico tambien...
Ya menos lúcida que nunca te dejo un abrazo
Saludos
La salvacion de Elias, navegaste por varios ciclos solares, pero por lo visto faltan algunos, quiza en el camino te encuentres algun Moises (recuerda que son un binomio apocaliptico que dio -mas o menos- buenos resultados)y sepa decirte donde ha sido por ahora dejado el fuego que levita y se desliza.
Esos cinco dias en el tiempo humano han recorrido parte de la historia de la humanidad para loq ue sin saberlo son mitad hombre, mitad dios (con d)
Gracias por compartir.
Beso escatologico
A.
Lo que si se, es que no quiero despertarme solo.... no quiero
un abrazo brother. Y sigue delitandonos con tan maravillosos escritos
Estimadísima Sarah: Es ud de lo más estricta al analizar un texto y eso se agradece, infinito. Y que le haya gustado el mío, me emociona. Me parece acertada su concepción de Elías y su desafortunada implicación en la historia humana, pero le aseguro, que esta vez, le he citado como una invitación a lo lúdico y para aprovecharme descaradamente de su imagen. Mándole un beso.
Queridísima Sra. Quillén: No soy muy bueno para recibir halagos. Debo confesarle. Me parece que debería aprender a hacerlo. Ud, es una escritora admirable y un halago suyo alegra, siempre. Y con respecto a su pregunta relativa a las atmósferas, soy muy musical. Escucho música cuando escribo y tiendo a seguir el ritmo con palabras, una fórmula que le aseguro, creo entender a la perfección pero no poder explicar. Se le quiere harto. Besos.
Cinzia: Se derriten las flores en el trópico y todo lo demás también. Las esperanzas, entre otras cosas, tú lo sabes a la perfección. Gracias por tu lectura.
Amigo Dilema: No crea nada con respecto a las despedidas. Aunque el cuerpo lo pida. Salúdole afectuoso.
Querida Filistea: Está ud. en lo correcto. Creo después de leer la postura de Borges, en Judas. Y los halagos, los recibo con gusto (me acabo de proponer tal cosa. Me ha costado decir adiós. No particularmente a Eva. Sino a la sensación de encanto conmigo mismo. Me han engañado vilmente, ud. lo sabe, y digo adiós a la confianza que me tenía. Joder. Eva me ha desgraciado. No por mucho, lo digo con plena voluntad de que así sea.
Querida Vesania: Huye despavorida de la náusea, te lo digo, que no se va nunca ni lo cura pastilla alguna. Desconfía de los médicos y los brujos. También te anuncio. Y la venganza: ya veremos... besos.
Psychoprincessmonik: Caramba! ya me había desacostumbrado a escribir tan largo nombre! Está ud. en lo correcto, la vida, en gran parte es náusea. Sartreana.
Respetabilísima A: Nos traicionó a todos Eva, pero mucho más Adán. Terrible zángano irresponsable, buscar la culpa de su Eva tan de prisa!, joder con el género.
Y Elías, sino viene, es él quien se lo pierde. La carroza de fuego no me emociona siempre.
Besos escatológicos? espero que signifique el más allá! ese parnaso donde ud. se encuentra. Besos, besos, para ud.
Colega Nickjoel: Agradezco sus comentarios con respecto a mis textos. Les ha descrito ud. como místicos, me parece acertado. Suerte mía de querer ser una especie en extinción.
Deseo que una buena doncella le acompañe siempre. O quien ud. más quiera.
Despídome sin más que dejarles mis más sinceras muestras de consideración, aprecio y agradecimiento.
Pero zass!! que Elías, tenía la de ganar bajo la manga y sólo le guiña el ojo al de allá arriba (¿?) y zass que viene y les enseña como es que se enciende una fogata. Tan así que después les manda a cortar la cabeza a los "loosers".
Sí, ahora entiendo, quizá yo también planeando una vengaza le llamo al "fire car service".
Y como que dijo Borges sobre Judas? (ignoranta que soy).
saty : 9
Joder, yo creo que esto de la "semana santa" nos ha afectado a vos y a mi (y eso que yo sí puedo salir de mi casa).
La venganza, el rencor sinónimos de un "aún me importas un chingo y ardes", por lo tanto, mejor buscala y desengañate de cierto.
Mi correo está a su disposición, y platiquemos. Le parece.
Atte, Sergio Espada Umaña
abrazos..
Justo lo que la mujeres no queremos: un niño que lloriquea.
¡Pobre Eva!
Menos mal que el "cuento" está contado así por hombres y que seguramente será de otra manera.
Seguro que si lo miras así tendrás tú y ese tal Horacio menos ganas de "vengarte".
Un abrazo.
Saludotes.
saluitos
REbe
anamorgana
dispense ud. no se colocar links en los comentarios.
Saty, hace ud. un diagnóstico acertado. Agradézcole tal gestión.
Sra. Prosódica: Siento informarle, porque no quiero quedar como un simple chismoso, que Elías, mi amigo profeta detesta a Jezabel. Y no permitiré de ninguna manera que le haga daño. Cuídese ud. también.
Sr Espada: honra ud. este espacio con su presencia. Acepto con gusto su invitación a una comunicación un poco o mucho más directa. Es sólo que no se su dirección de correo electrónico. En cualquier caso la mía está disponible en el perfil.
Srta Nucitah: agradezco use tales adjetivos para referirse a mis textos. Todo un honor. Mándole cariños a cambio.
Elisa: creo que has apresurado lo de la venganza. Horacio insiste en ella, ya ve que lo ha dicho: Carpe Diem. Pobre Horacio, no le haré caso
Ruy Guka, es un sentimiento recíproco el que ud. describe. En todo caso, pienso no extenderme en su descripción, pues no quiero me acusen de lisonjero. Salúdole cordialmente.
Respetable Rebeka: no es desembarazarse también, parte de las causas de la náusea, digo, del sentimiento cotidiano de acompañamiento? Agradézcole siempre su lectura.
Anamorgana, saber que le ha gustado, es suficiente. Aunque no debería guardar mesura por lo que otros han dicho. Es siempre alentador saber que piensa cada uno. Abrazos.
Feliz descanso, para todos y cada uno de uds. seres bondadosos que regalan tiempo a este su servidor.
Entiendo el sentimiento de la naúsea, ese vacio, ese tono grisáceo en el todo, el mundo en una vitrina mientras te sientes totalmente alienado aún cuando estés rodeado de gente, esa soledad que viene desde el centro, ese latir incesante del corazón solo para recordarnos cuanto tiempo ha pasado, carajo, es un caso difícil dirían los doctores, yo recetaría poesía, Whitman por ejemplo, Wagner después ó durante, nada de Vivaldi por algunas semanas, nada de Sabines por algún tiempo, Nietszche podría venir útil también, la dureza del muendo contra uno solo, Sartre, coño, el solo ver el libro me hace estremecer... y recordar.
1.- Eran en verdad cuervos los que llevaron alimento?.
2.- Cómo que llevaron? La Cajita feliz de Mac?.
3.- Que significa eso del terremoto, del huracán y luego una brisa suave?.
Creo que estoy abusando de los comentarios en este blog, dejé a un lado a Eva. Me desvié. Qué pena.
Amiga Filistea: Cuervos eran, mas adiestrados estaban y les hemos hechado enseguida de la cueva. Ya ve lo que la gente dice: cría cuervos...
El alimento, más bien era poco y en su mayoría insectos del campo. Nada que se diferencie de los arcos dorados.
Y sobre su última cuestión, una cosa ha hecho falta:la hierba se movía. se movía. se movía.
saludos pascuales.
Los textos son geniales. Tienes frases que mueven fibras, de aquellas palabras simples que las ligas de modo complejo. En fin, tu blog ya esta en mis favoritos.
Saludos. Criss
Gracias Orlando. Agradézcole el gesto. Monsieur.
Gracias sea quien seas por preocuparte por mi alma. Jesús y yo somos amigos desde hace un buen tiempo y me dijo que te dijera que estás haciendo bien las cosas. Un abrazo.