vísperas
Arturo hablaba del comedor solidario. Él había ido, según me informó, en lo que denominaba una experiencia social verificativa. A juzgar por su pobre capacidad de mentir, supe de inmediato que Arturo había ido con el sólo objetivo de conseguir un almuerzo a tres quetzales, algo así como cuarenta centavos de dólar. Lo único malo, prosiguió, es que en las mesas hay de todo tipo de gente: así como nosotros Julio, pero también vagos, drogadictos y putas. Dadas las clasificaciones de Arturo, hubiera preferido no me aplicara el “nosotros” y me sentara con las putas. Deberías ir algún día, concluyó, y luego fue a terminar de sacar las dos mil quinientas copias que le habían encargado estuvieran listas una hora antes de nuestra pequeña charla. Al día siguiente, salí de vacaciones. Estaré todo el mes de diciembre fuera. Y hoy, decidí pasearme en el auto. Las calles están frías y hace mucho viento. Son circunstancias inexplicables para quien no conoce la peculiar situación de nuestra tropicalidad. Es decir, Guatemala según el marketing turístico, es un universo de selvas entrelazadas, donde los ciudadanos se mueven en lianas. Y si bien es cierto, que varios compatriotas no dejan diferencias visibles entre sus rasgos temperamentales y los monos, lo de las lianas es sólo una metáfora. En esta ciudad hace frío en estas épocas. Uno sabe que viene navidad, por los insistentes anuncios comerciales y porque los desamparados se empiezan a morir de hipotermia. Y pensando en los desamparados, quise conocer el comedor solidario. Así que tomé el auto y fui hacia allí para tener mi “experiencia social verificativa”. Como hace unos meses robaron el radio del carro, cuando ando en él, dejo que la ciudad hable. En esa charla, supe que la ciudad estaba irritada al mediodía. Insistentes chillidos de bocinas, eran el signo inequívoco de la rabia colectiva. Estaba a una cuadra de llegar al comedor solidario y una larga fila de vehículos impedía mi llegada puntual al local. Al avanzar la fila, pude ver a lo lejos, las sirenas encendidas de dos motopatrullas. De inmediato supe que debía abortar mi misión. La entrada al comedor estaba despejada. Esta vez no habían largas columnas de gente hambrienta. Nada de eso. Y a unos diez metros de ahí, la policía. Cuando llegué al punto, el auto que iba delante de mí, detuvo la marcha para averiguar lo que pasaba. Había un hombre tirado debajo de las sombras de los árboles, justo antes de un puente. Estaba recostado sobre el césped, abrigado con ropa raída. Tenía los ojos abiertos puestos en el cielo y así en las mínimas copas de los árboles que allí nacían. A su lado, dos policías con cara de preocupados. Supuse que había muerto. Seguimos la marcha y di vuelta en cuanto pude. Al regresar, la unidad judicial que recoge los cadáveres ya estaba allí, tomando los datos del indigente. Supongo que murió de hipotermia, como lo harán muchos de sus colegas en estas épocas. Y también supongo que murió con hambre, porque no llegó al comedor a tiempo. O quizá sólo le gustó el lugar y se echó a dormir. No lo sé. Regresé a casa y preparé un sándwich de atún. Pensé en Arturo y la irremediable mentira en que vivimos. En la inexplicable circunstancia tropical. Y en los ojos del muerto, puestos en el cielo, a diez metros del comedor solidario.
Comentarios
Saludos
Murió de solo.
dios no existe, Jesús es drogadicto. Yo me marcho de aquí.
No discierno si esa sensación ya la tenía antes o ha nacido de esa mezcla de humor del inicio de tu entrada junto con la emotividad del final de la misma.
Dicho sea que disfruto mucho leyéndote y esa cotidianidad guatemalteca la agradezco más.
Abrazos
saludos
(No puedo decir más)-
L.
estarás de vacaciones...pero, seguiras escribiendo durante el mes? espero que si...
Mira, tu entrada me deja sensaciones diferentes...sentimientos encontrados.
Me gusta leer lo que compartimos desde nuestras ciudades. Pero dejame comentar que aqui, en mi ciudad, de clima extremoso,hay albergues y lamentablemente tambien hay indigentes que fallecen de frio o por congestión alcoholica. Lo peor de todo es que las muertes se van sucediendo a una velocidad que poco a poco dejan de impactar, diario amanecemos con noticias de ejecutados, secuestros, asaltos, el ejercito ronda y el toque de queda permanece...es terrible como se esta deshumanizando la ciudad y si fallece un indigente ni se congestiona el tráfico, ni pasa nada, es mas, ni nos damos cuenta, pues cada quien esta tratando de buscar su propia protección.
Es doloroso, triste...
No entiendo porque tienen que meter a Dios...la corrupción, la sed de poder,y todo lo que genera violencia, hambre, etc. lo provocan los humanos. claro, es mas fácil y cómodo echarle la culpa a Dios que hacer algo uno mismo....en fin
Saludos!
Diana
abrazo.
La raza humana va pa´atrás.
Caramba Julio, uno contigo no tiene salida!
Un abrazo!
Tal vez otro habrá rodao
Tanto como he rodao yo,
Y le juro, creameló,
Que he visto tanta pobreza,
Que yo pensé con tristeza:
Dios por aquí no pasó.
Fernando Ramos: Su comentario denota nuestra guatemaltequidad. La historia no es ficción, para mi pesar. Y creo que además de frío, también fue hambre. Saludos. en lo que cabe.
Filistea: o está, pero muy callado. No sé.
Nancy: dicen que llegó, pero fue de paso. El avión hizo escala antes de regresar a Europa.
Suburbana: o quizá lo envenenaron en el comedor, que sólo es una farsa del servicio de limpieza social. Vaya, acá todo es posible.
Goathemala: debes ser una persona triste para llamarte así. Gracias por visitarme, sea como sea.
La ingeniero: es triste, sí. Alguna vez leyó el poemo, de Jesús Lizano? recomiéndoselo.
Lena: de nada. Abrazo.
La Guera: ya una muerte es vana. Acá está incluso de moda. Yo, sigo rebelde, vaya.
Crisstina: siempre gracias, respetabilísima merced, igual me pasa con algunas de sus fotos, verá usted.
Dilema: paseo sin retorno.
More: claro, que hay salida. De eso se trata todo esto: huir de la mierda, si me disculpa usted el francés. Ando agitado.
Antón: prefiero unas cervezas si sus votos se lo permiten. Ya el atún me cansó.
Andrea: es replantearse la idea de Dios y de iglesia. de eso se trata. de pensar en uno y a partir de ahí en los demás. escribir. la muerte es estética.
Gustavo López. Hace mucho! pero los fantasmas se multiplican.
Nancy, muchísimas gracias por los versos. Me gusta Atahualpa. Como aquel del hermano que vive en el cerro, hasta donde no llega dios porque es muy lejos.
Sr. Serrano: ruego informarnos pronto en caso de otra reunión. Agradezco la buena plática y el alcohol. Excusa hay, navidad, aguinaldo qué se yo. El blog.
Quillén. Me da tanta alegría ver los personajes de Mafalda, tanta. como si se tratara de un viejo amigo o una vieja amiga. Genial.
Rey Mono. Gracias, le sigo en su blog.
LARGA VIDA, ESTIMADÍSIMOS AMIGOS Y AMIGAS. Y POR FAVOR, AÑÁDALE MÁS PIQUETE AL PONCHE QUE ANDO ALCOHOLITO. AYAYAY.
(guatemaltequidad en esencia.)
Saludos cariñosos señor Prado
anamorgana
saty
intento hacer una cita de, El Psicoanalista.
saludos :)
Aqui en Mexico igual mucha gente aparece muerta asi y no nos inmutamos, los hemos olvidado de plano, no se si para bien o para mal.
Asi es la vida y para eso estamos aqui, para morir ya sea bien o mal.
Yo también he andado con la espinita de los comedores solidarios, siempre que paso por las mañanas hay una gran cola para desayunar... almenos ahora ya se que que la solidaridad no sale del comedor.
Me gusta que le andes haciendo más de colega que te piloto.
abrazo de gigante.
Ves? contigo, ¿qué no aprendo?